Partiendo de una vivienda de más de cien años reformamos esta casa llena de contrastes, donde las distintas estancias dejan de vincularse con el uso original para el que fueron construidas, para leerse como espacios a los que les adjudicamos nuevos propósitos.

Desde la puerta de entrada accedemos a tres volúmenes unidos por el salón, que actúa como corredor de los tres espacios: zona niños y juegos, zona cocina-lavanderia, cuarto invitados y zona suite y despacho. La casa se remata por un corredor exterior, que nos conecta con unas vistas de la ciudad maravillosas al que hemos aportado vegetación creando un entorno verde muy armónico. La vivienda está bañada por la luz natural de este corredor y de los amplios patios de la casa y se caracteriza por su versatilidad y funcionalidad. Se respetaron algunas piezas que mis clientes tenían de la vivienda anterior y lo fusionamos con mobiliario italiano de líneas muy depuradas. La iluminación fue la clave para que este proyecto quedara así de bien. Piezas icónicas de santa&cole, alfombras de Nani marquina, objetos artesanos que van coleccionando de los viajes por el mundo, y en las paredes obras de arte que ellos aportan.

Un gran proyecto, un lugar fantástico donde vivir.